jueves, 14 de enero de 2010

...Les voy a contar una linda historia...


El calendario llegó a 9 de enero, y mi estomago al punto más álgido de nerviosismo. Quizás es genético, pero así como mi padre no puede dejar de atacar el baño cada vez que se ve envuelto en una situación estresante, mi sistema digestivo también se siente con la confianza de proclamar sus ideales en las mismas circunstancias.

Por lo mismo, y con toda la intensión de llegar viva y en una pieza a lo ya agendado hace días, decidí que lo mejor sería no comer. Quizás si tomar algo de líquidos, porque ya sabemos todos que deshidratarse no es muy placentero tampoco, pero como uno de mis lemas es "mejor prevenir que curar", mi estomago no vería alimento alguno hasta que sintiera la seguridad para hacerlo.

Horas después me encontraba caminando por Providencia, específicamente bajando por la vereda derecha y llegando a la esquina con Pedro de Valdivia. Probablemente el escuchar música a volúmenes muy altos me impidió tener mis sentidos al 100% en aquel momento, pero a decir verdad, sólo recuerdo el funcionamiento de uno: mis ojos. Claramente recuerdo llegar a la esquina pactada, parar... mirar a la izquiera y revisar en orden cada esquina, hasta que justo en la entrada de LAN, y sentado en un pequeño escalón de cemento, estaba él.

Se puso de pie y me sonrió. Se sacó los audifonos, y yo con los míos aún puestos pude escuchar su elección musical del día. Un beso en la mejilla, un "por fin!" de mi parte y un extraño silencio de la suya. Empezamos a subir por Providencia buscando el lugar ideal... "sangría me dijiste?"... así es. Nos sentamos en la terraza del "De la Hostia" y el pidió un "jarrón" de rojizo jugo con frutas. Al ver que del silencio pasó a las preguntas, le pedí al mozo que me trajera algun picoteo.

"Qué tarde es!".... Sin embargo, espacio quedaba para tomarnos unas chelas.

Así lo hicimos... y aquí estamos ahora.

3 años después, y tomando agua depurada recién sacada del refrigerador...

2 comentarios:

Andres dijo...

Que llindo!!!!

consuelo dijo...

Estoy tan feliz que esa historia, de la cual me acabo de enterar cómo empezó, haya tenido el final que comentan!.....(y suma y sigue)...