domingo, 22 de noviembre de 2009

Rodeada de Ojitos Rajaos (como les digo yo)...

Y empecé mis clases de inglés. Aunque muchos me insistieron en que mi lenguaje gringo era bueno y no necesitaba reafirmar los movimientos de mi músculo lingual en otro idioma, los dos meses que llevo en Toronto me han confirmado que si, necesitaba de estas clases... por lo menos para soltarme, agarrar confianza y pisotear dudas linguisticas que me han perseguido por años, y que por años me han hecho pensar que mi english suena más a James Brown en crack que a profesora de literatura inglesa.
En fin. Puedo comenzar contando que tengo un 95% de compañeros orientales, o sea, de ojitos rajaos, como les digo yo... imposible distinguir entre un japonés, chino o koreano. Interesante me resultó que entre ellos también tienen dificultades para distinguirse. Son 4 koreanos (1 de los cuales ya obtuvo su "diplomado" el viernes pasado por lo cual dejó de ser mi compañerito), 1 japonesa y 2 brasileros. Eso sí, desde el lunes 30 seré la única "ojitos redondos" de la sala de clases, ya que los cariocas se devuelven a sus tierras.

Admito que por culpa de una muy buena amiga de la cual no divulgaré su nombre (pero es sinónimo de "Pancha Lodo"), la raza oriental siempre tuvo un dejo de ignorancia/discriminación para mi. Eso de que sean los turistas más colapsantes e invasores, que hablen con inentendibles gritos en tonalidades que suben y bajan sin mayor provocación, o que sufran de ciertos olores corporales que sólo los "occidentales" notamos debido a nuestra falta de condimentos en nuestra cocina (quizás no falta, pero si es verdad que ellos cocinan distinto, y por lo tanto, huelen distinto), hacía aún más verídico lo que mi amiga me había comentado tantas veces. Sin embargo, me llevé una grata sorpresa al ver que son normales, simpáticos e inoloros (tampoco me he acercado mucho para verificar este punto).

Se que suena a "niña mimada empieza a conocer el mundo". Si me convirtiera en dibujo animado sería algo así como la pequeña niña que con su tambor y amigo tontín (ninguna relación con Camilo) decide dejar todo atrás y aventurarse en el mundo oriental en busca del padre que nunca conoció. Pero dejando el chiste inteligente de lado, la verdad es que muchos de nosotros pecamos de ignorantes al hablar de la cultura de los ojitos rajaos... quizás huelen distinto, comen perros bebés y creen que el pene de rinoceronte es afrodisiaco, pero aparte de esas rarezas (las cuales como occidentales también tenemos), son bastante normales.

Los brasileros, por otro lado, son pura pasión. El igual a Guga (Kuerten para los no amantes del tennis) y ella la reina de la gesticulación y la risotada espontánea. Lástima que se van esta semana. Con ellos aprendí a decir vagina en portugués, y yo les enseñé lo que significaba mojón, caca, hijo de puta y concha su madre. Si, lo sé, de inglés no hay mucho en esas frases, y de elegancia tampoco, pero las risas de la profesora al escucharnos fueron impagables. Dicho lo anterior, les puedo comentar que en portugués caca se dice caquinha (caquiñia), a las lesbianas en vez de tortilleras les dicen velcro (lo cual encontré muy inteligente), y uno de sus garabatos más repetidos suena igual que a una comida koreana.
(Dejo 2 de las últimas fotos que nos hemos sacado, nada que ver con el texto pero en fin, que más da!)

Se les quiere!!

viernes, 13 de noviembre de 2009

FIN DE SEMANA?

La cosa va mas o menos así:
El fin de semana tuve que trabajar... en extremo. Esta semana tuve que entregar el anteproyecto de taller, 2 papers y 2 proyctos de computación... justo despues del fin de semana más lindo del otoño... Una pena, sobre todo para la pobre Maite, que lo unico que quería era salir de la casa a tomar un poco de aire... Un verdadero desperdicio de tiempo...
Lo bueno fue lo que vino después: El lunes la invención de un plato exotico, como resultado de los restos del maravilloso pollo indio con el que mi señora esposa mantuvo mi energía en alto durante el agitado período laboral. Se trata de los nunca bien ponderados espirales, con champiñones al curry y leche de coco... puede sonar asqueroso, pero no lo es... no se equivoquen... una verdadera delicia! El miercoles un buen concierto en un local "de lo más que hay". Vimos a Wolfmother (envidianos Moroch) y a los impresionantes Heartless Bastards, que se robaron la película con un show arrollador. Y hoy cervezas con las niñas del programa, después de una corrección tensa y desagradable... nada como un poco de cebada para relajar los animos.

En fin... Yo se que mis posteos son bastante más aburridos que los de la Maite... la pluma no me acompaña en estos agitados dias de fin de semestre. Toda la creatividad y las mentiras simpáticas están puestas en mis presentaciones, con el fin de impresionar a los profesores y así obtener buenas calificaciones... y hasta ahora vamos bien. Pero en cuanto me suelten la mano, intentaré retratar con mayor agudeza la idiosincarcia local, dando a conocer anécdotas, que aún tengo que vivir para poder relatar, y chascarros propios de la vida cotidiana.

Por ahora las unicas novedades son que supimos que Andy, el vendedor de hot dogs que nos provee de chatarra 2 veces por semana, es italiano, un hombre de familia y que va a misa todos los domingos; que Heartless Bastards es mucho mejor que Wolfmother (al menos en vivo), que "stein" es el vocablo alemán para denominar los jarrones cerveceros de cerámica con tapa metálica, de donde deriva el simpático y creativo nombre de nuestro bar amigo "ein-stein" ("una-cerveza") y que los profesores son muy temperamentales, especialmente si provienen de Rumania... y esa es una historia que puedo contar en mi proxima entrega.

Buenas noches y hasta la proxima
Besos y abrazos

c!
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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Mijita llica!!!


Partiendo por el comienzo:

Los canadienses no piropean.

Simple y directo. Esta es una verdad que ya esperaba y agradecía, ya que caminar por la calle con ojos y bocas indiscretas no es de lo más agradable, aunque admitámoslo, muchas veces nos suben el ánimo y el ego (sin embargo la mayoría de las veces nos hacen pasar más malos ratos que otra cosa).

Siguiendo con las afirmaciones, puedo decir que si un "gringo" te quiere jotear, no lo hará mediante modismos de alto calibre. No. Porque aquí el mijita rica y el piropo espontáneo e inteligente no tienen cabida. Para encontrarlos irónicamente tendría que volver a mi país querido.

Eso sí!...tengo algunas historias para contar, específicamente dos relatos que pueden ser divertidos, pero que al mismo tiempo dejan una sensación un poco creepy. He aquí mi experiencia canadiense.

1. Caminando por la calle con mis audífonos escupiendo alguna melodía cool para desconectarme de mi solitaria caminata, me vi siendo detenida por dos manos gesticulantes. Un "lolo" en sus veintisiempre me habla y yo me saco mis queridos audífonos verdes para poder escuchar (y ver la posibilidad de responder correctamente en mi inglés monosilábico). En resumen, el cabro este me detuvo para, inicialmente, preguntarme donde compré mis audífonos (irónicamente están disponibles en todos lados). Le dije que en mi país, por lo que no lo podía ayudar. La conversación prosiguió con una serie de piropos de caballero como "es que te vi caminando a lo lejos y tienes tanta onda...de seguro te gusta la buena música"....o "ya has encontrado algo entretenido para hacer en Toronto?....yo te puedo mostrar algunas cosas". La verdad así por ser, el cabro me subió el ego. La siguiente pregunta fue "y para dónde vas ahora?"... a mi casa le respondí. Con cara de sorpresa me dice "aaahhh...debes vivir con muchos compañeros de universidad verdad?". Jeje... no mijito, vivo con mi ESPOSO!. Cuec!... su cara de sorpresa lo dijo todo. "Esposo?...pero cuantos años tienes?!"... 26 y tu?....25 (no estabamos tan lejos tampoco, y no era nada de feo). En fin... me pidió disculpas y me dijo que juraba que tenía 18 años. Le sonreí amablemente por tan delicado piropo, y me jui!....

2. Esta es más creepy. Hace 2 días estaba yo caminando (como siempre) por Kensington Market, un barrio muy cool cerca de la Universidad de Camilo, en el que se pueden encontrar tiendas de ropa usada (mi amor) y mercados con productos más baratos. En fin... estando dentro de una tienda de ropa usada, me doy vuelta y un señor mayor, asumo que de orígen indio debido a su pinta, me sonríe. Obviamente yo con mis audífonos lo único que pude hacer fue sonreír de vuelta con un silencioso "Haaaai" de mi parte (hai es por hola en inglés, acá todo el mundo se saluda!). Salgo de la tienda y algunos pasos más allá me detengo para prender un pucho, momento en el cual me doy cuenta que el compadre me estaba siguiendo. CUEC!....Se me pone al frente y me saluda con las manos. Me quito los audífonos (asustada pero nunca pierdo la gentileza!), y me dice "hola soy pepito (tengo un grave problema para retener los nombres gringos), como te llamas?"... Maite, le respondo. Nuevamente la explicación weona de que mi nombre es español y se deletrea de tal y tal forma. Me mira de arriba a abajo (intimidante), y me pregunta que que estoy haciendo por ahí, que si estoy paseando después de la pega. Rápidamente le digo que estoy esperando a mi esposo que esta estudiando. Cara de sopresa por parte del socio, tras lo cual me dice "aaahhh....perdón!... siempre me pasa que las más bellas ya están tomadas!". Y aunque el piropo suena tiernuchón, viniendo de él me dio más susto que otra cosa. Me reí, le dije chao y partí caminando como esos deportistas de caminata rápida que los descalifican si tienen los dos pies en el aire. Habría ganado las Olimpiadas.

Todo eso combinado con que aquí no hay asaltos a mano armada, pero si muchas chicas que desaparecen y nunca más son encontradas, me da para pensar que hay que tener más cuidado con los piropos canadienses. Y aunque cuando le cuento estas cosas a Camilo le enrostro mi ego inflado por extraños, la verdad es que preferiría caminar todos los días con él a mi lado, y no sola y recibir piropos creepys.

Eso...

No me gritarán mijita llica pero si me detienen para admirar mi belleza...(o acaso mi foto no grita belleza?).

Se les quiere!