Partiendo por el comienzo:
Los canadienses no piropean.
Simple y directo. Esta es una verdad que ya esperaba y agradecía, ya que caminar por la calle con ojos y bocas indiscretas no es de lo más agradable, aunque admitámoslo, muchas veces nos suben el ánimo y el ego (sin embargo la mayoría de las veces nos hacen pasar más malos ratos que otra cosa).
Siguiendo con las afirmaciones, puedo decir que si un "gringo" te quiere jotear, no lo hará mediante modismos de alto calibre. No. Porque aquí el mijita rica y el piropo espontáneo e inteligente no tienen cabida. Para encontrarlos irónicamente tendría que volver a mi país querido.
Eso sí!...tengo algunas historias para contar, específicamente dos relatos que pueden ser divertidos, pero que al mismo tiempo dejan una sensación un poco creepy. He aquí mi experiencia canadiense.
1. Caminando por la calle con mis audífonos escupiendo alguna melodía cool para desconectarme de mi solitaria caminata, me vi siendo detenida por dos manos gesticulantes. Un "lolo" en sus veintisiempre me habla y yo me saco mis queridos audífonos verdes para poder escuchar (y ver la posibilidad de responder correctamente en mi inglés monosilábico). En resumen, el cabro este me detuvo para, inicialmente, preguntarme donde compré mis audífonos (irónicamente están disponibles en todos lados). Le dije que en mi país, por lo que no lo podía ayudar. La conversación prosiguió con una serie de piropos de caballero como "es que te vi caminando a lo lejos y tienes tanta onda...de seguro te gusta la buena música"....o "ya has encontrado algo entretenido para hacer en Toronto?....yo te puedo mostrar algunas cosas". La verdad así por ser, el cabro me subió el ego. La siguiente pregunta fue "y para dónde vas ahora?"... a mi casa le respondí. Con cara de sorpresa me dice "aaahhh...debes vivir con muchos compañeros de universidad verdad?". Jeje... no mijito, vivo con mi ESPOSO!. Cuec!... su cara de sorpresa lo dijo todo. "Esposo?...pero cuantos años tienes?!"... 26 y tu?....25 (no estabamos tan lejos tampoco, y no era nada de feo). En fin... me pidió disculpas y me dijo que juraba que tenía 18 años. Le sonreí amablemente por tan delicado piropo, y me jui!....
2. Esta es más creepy. Hace 2 días estaba yo caminando (como siempre) por Kensington Market, un barrio muy cool cerca de la Universidad de Camilo, en el que se pueden encontrar tiendas de ropa usada (mi amor) y mercados con productos más baratos. En fin... estando dentro de una tienda de ropa usada, me doy vuelta y un señor mayor, asumo que de orígen indio debido a su pinta, me sonríe. Obviamente yo con mis audífonos lo único que pude hacer fue sonreír de vuelta con un silencioso "Haaaai" de mi parte (hai es por hola en inglés, acá todo el mundo se saluda!). Salgo de la tienda y algunos pasos más allá me detengo para prender un pucho, momento en el cual me doy cuenta que el compadre me estaba siguiendo. CUEC!....Se me pone al frente y me saluda con las manos. Me quito los audífonos (asustada pero nunca pierdo la gentileza!), y me dice "hola soy pepito (tengo un grave problema para retener los nombres gringos), como te llamas?"... Maite, le respondo. Nuevamente la explicación weona de que mi nombre es español y se deletrea de tal y tal forma. Me mira de arriba a abajo (intimidante), y me pregunta que que estoy haciendo por ahí, que si estoy paseando después de la pega. Rápidamente le digo que estoy esperando a mi esposo que esta estudiando. Cara de sopresa por parte del socio, tras lo cual me dice "aaahhh....perdón!... siempre me pasa que las más bellas ya están tomadas!". Y aunque el piropo suena tiernuchón, viniendo de él me dio más susto que otra cosa. Me reí, le dije chao y partí caminando como esos deportistas de caminata rápida que los descalifican si tienen los dos pies en el aire. Habría ganado las Olimpiadas.
Todo eso combinado con que aquí no hay asaltos a mano armada, pero si muchas chicas que desaparecen y nunca más son encontradas, me da para pensar que hay que tener más cuidado con los piropos canadienses. Y aunque cuando le cuento estas cosas a Camilo le enrostro mi ego inflado por extraños, la verdad es que preferiría caminar todos los días con él a mi lado, y no sola y recibir piropos creepys.
Eso...
No me gritarán mijita llica pero si me detienen para admirar mi belleza...(o acaso mi foto no grita belleza?).
Se les quiere!
5 comentarios:
Primero que todo, eres una excelente bloggera amiga! Pu'a que me río!
Segundo, que bueno que los canadienses tengan buen gusto.
Tercero, creepy, creepy tu historia número 2, porque la 1 igual piola si el gallo tenía tu edad y todo, pero en verdad, que un viejo te siga fuera de la tienda, sí... concuero, creepy.
Camina con cuidado mejor, ok?
Besos a los dos!
la primera historia me subio el ego 100%...jajajajaja... un lolo de 25 años estudiante universitarios...ttssss... puro sesapil!...
Pero el viejo indio no era mucho de mi gusto... y ya que haya dicho "todas las bellas ya están tomadas" más miedo me dio!
Jejeje. causando sensación en los países nórdicos señora. Bien hecho. Cómprese un spray pimienta por si las moscas o practique el golpe fatal a la entrepierna; nunca está demás.
Un abrazo nerd
jajajajaj que buena las historias, la del viejo no me gustó mucho, viejos verdes hay en todas partes, guacala, parece que te voy a ir a visitar y a salir a caminar contigo a ver si un lolito de 25 me dice un piropo así....aunque ultimamente parece q lo mio son los vejetes,,,,jauajuaaauaua. Y eso que los canadienses no te vieron con tus clásicos pantalones verdes ultra cool, ahi matai .....jajajaja
Besos a los dos
Que onda tus historias Maite? Y que onda los tipos en Canadá? Hay escasez de minas por allá? No porque te piropeen a ti, pero cero capacidad de acercarse a una mina y "abordarla" decentemente, jajaja, notables las historias en todo caso... igual andaría, si fuera tu, con pepper spray o un pequeño electro shock... nunca está de más... jajajajaja! Besos!
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