Partamos por el comienzo (duh)...
Camilo y yo disfrutamos de Sondre Lerche y compañía el miércoles pasado. Gueno gueno, toda la envidia de la Dani, me acordé de ti cuando estaba a menos de 2 metros del compadre, sueco, lampiño y diminuto. Gran voz, y hay que decir que gran telonero, de quien no recuerdo el nombre, pero ya me acordaré.
Posteriormente los días han sido de soledad y complicidad con una ciudad que aún no es mía. Bueno...de cierta forma si lo es, porque me compre las calles de Toronto con una caída de aquellas, en bici, plena calle llena de autos, sin casco, y con mucha gente alrededor. Linda. Lloré. Lo admito... pero es obvio llorar cuando se ha perdido el orgullo en una ciudad extraña, y más encima si llegan a levantarte y abrazarte como si uno fuera niña judía en pleno holocausto.
En fin... mi pierna izquierda ya muestra algunos síntomas...quizás mañana ya pueda sacar la foto de rigor al super moretón que, obviamente, aparecerá.
Tengo las entradas para mi tercer concierto... oh sisi... Camilo se hizo de un amiguín llamado Morrisey, o por lo menos así me gusta llamarlo, quien nos compró entradas para "Mono". Digo compró queriendo decir "le pagaremos cuando lo veamos". Obviamente los canadienses son simpáticos pero no weones.
Se les quiere... y les prometo que la próxima entrega será escrita por El Camino, dont worry...
;)
Camilo y yo disfrutamos de Sondre Lerche y compañía el miércoles pasado. Gueno gueno, toda la envidia de la Dani, me acordé de ti cuando estaba a menos de 2 metros del compadre, sueco, lampiño y diminuto. Gran voz, y hay que decir que gran telonero, de quien no recuerdo el nombre, pero ya me acordaré.
Posteriormente los días han sido de soledad y complicidad con una ciudad que aún no es mía. Bueno...de cierta forma si lo es, porque me compre las calles de Toronto con una caída de aquellas, en bici, plena calle llena de autos, sin casco, y con mucha gente alrededor. Linda. Lloré. Lo admito... pero es obvio llorar cuando se ha perdido el orgullo en una ciudad extraña, y más encima si llegan a levantarte y abrazarte como si uno fuera niña judía en pleno holocausto.
En fin... mi pierna izquierda ya muestra algunos síntomas...quizás mañana ya pueda sacar la foto de rigor al super moretón que, obviamente, aparecerá.
Tengo las entradas para mi tercer concierto... oh sisi... Camilo se hizo de un amiguín llamado Morrisey, o por lo menos así me gusta llamarlo, quien nos compró entradas para "Mono". Digo compró queriendo decir "le pagaremos cuando lo veamos". Obviamente los canadienses son simpáticos pero no weones.
Se les quiere... y les prometo que la próxima entrega será escrita por El Camino, dont worry...
;)
4 comentarios:
juajaujaua pobreeeeee...ya te imagino en el suelo rodeada de copuchentos,esperaré ansiosa la foto del moretón....
Besos y saludos a Camilo
Barbs
Guena Maite, ya te apropiaste del entorno... cómprate un casco pa q no se te parta el mate en 2.
besos a los dos!
Sole
Flaca... las calles ya serán más amigables, el living ya estará más lleno y sin darte cuenta Toronto será segunda piel.
Tú, ánimo no más, y bueno... mejor equilibrio pa la otra ;)
Miss ya.
sondre lerche....ufffffff que ganas de caerme en bicicleta arriba de él!!!
ánimo tetonis...recuerda depilarte antes de subir las fotos del moretón xfavor!
no te as a dar cuenta de cdo seas una canadiense más!
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