Seguimos en esta aventura que es conocer Toronto. Una ciudad que debo admitir, JAMÁS pensé en visitar. Ahora estoy viviendo aquí... cuec!...
Estos días han estado enfocados en adquirir todos los elementos necesarios para hacer de nuestra casa un hogar, y nuestros cuerpos unos templos del calor. No sean ordinarios, no de ese tipo de calor (aunque si, tb), sino que de aquel que ataca el considerable frío de la naturaleza con todas las armas que las fibras sintéticas puedan otorgar. Ya tenemos la respeciva parca femenina y los útiles cortavientos masculinos. Todo para combatir el invierno que se nos viene.
Ese debe ser el comentario más repetido de mi corta estadía aquí. "No sabes lo que es frío hasta que pasas un invierno en Canadá", es lo que todas las personas con las que tenemos contacto, sean estos vendedores, profesores o universitarios, nos han repetido hasta el cansancio. Creo que la meta de no quedarnos encerrados en casa no será cumplida a cabalidad.
Por otro lado, ya comenzamos nuestro tour culinario por las distintas y maravillosas culturas existentes en una ciudad tan cosmopolita como Toronto. Cabe destacar que nuestro presupuesto no nos alcanza para disfrutar locales de primera categoría, por lo que nuestra experiencia se basa en lo que se podría denominar como "fast food". En esta oportunidad, Vietnam fue la cocina seleccionada. Increíble. Aunque extraño fue estar en un local vietnamita con Madonna como música de fondo.
En fin... el martes cumplimos 6 meses de feliz matricidio. Qué rápido pasa el tiempo!... No sé cómo o por qué, pero la comida india siempre ha sido nuestra manera de festejar nuestros aniversarios. Esta vez no será la excepción. Próximamente les podré contar que tal fue la experiencia.
Nos veimos!